La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó una advertencia directa: si en Estados Unidos insisten en imponer impuestos a las remesas, México responderá con movilización social.
Desde territorio potosino, durante la supervisión de proyectos prioritarios, la mandataria federal fue clara: “no vamos a permitir que se castigue el esfuerzo de nuestros paisanos”.
“Nuestros hermanos allá trabajan duro, pagan impuestos y además quieren cobrarles por enviar dinero a sus familias. Eso no lo vamos a permitir”, expresó.
El mensaje tiene destinatario claro: el Congreso de EE.UU., donde avanza una propuesta para gravar con un 3.5% las remesas enviadas por migrantes. Sheinbaum recordó que ya pidió a la comunidad mexicana en aquel país que presione a sus representantes:
“Les pedimos que manden cartas, correos, mensajes… lo que sea necesario. Vamos a seguir informando, y si hace falta, también vamos a movilizarnos”.
Acompañada por el gobernador Ricardo Gallardo, Sheinbaum no se quedó corta al señalar que la economía estadounidense también se sostiene gracias a los migrantes mexicanos:
“Estados Unidos no sería lo que es sin las y los mexicanos que trabajan del otro lado. Que se oiga bien y fuerte”.
El mensaje no es solo político: es un acto de defensa y orgullo hacia quienes, desde fuera, siguen sosteniendo a sus familias y a México.